El presidente Obama, se unió el domingo por una docena de miembros de la familia, recitó el juramento de 35 palabras de oficina administrada por el juez John G. Roberts Jr. en el Salón Azul de la Casa Blanca. Era un íntimo y formal de 30 segundos de la historia. Mano de Obama se apoyaba en una Biblia que el padre de la primera dama, Fraser Robinson III, había dado a su madre, Dolores LaVaughn Robinson, en el Día de la Madre 1958.
El presidente salvó la pompa para el lunes, cuando él y Roberts se repetirá el juramento fuera del Capitolio de los EE.UU.. La Constitución ordena que los mandatos presidenciales comienzan el 20 de enero y cuando la fecha cae en domingo, la ceremonia pública tradicionalmente se celebra al día siguiente.
Los organizadores dijeron que la gente va a ser mucho menor que el estimado 1,8 millones que había en 2009 para un encuentro emotivo e histórico en un día muy frío. Pero la apuesta de Obama no son menos importantes que él entrega su segundo discurso inaugural en momentos en que la economía sigue siendo frágil y sus logros firma, incluyendo la reforma de salud, aún se trabaja en curso.
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